Aprovechando las vacaciones de verano del Obon esta vez he viajado a la perfectura de Yamaguchi. En este viaje conecté el lado más rural, natural y a la vez hermoso de Japón. Cuando comentaba con mis amigos japoneses que iba a pasar las vacaciones en Yamaguchi decían ¿Yamaguchi? ¿Enserio? ¡Pero si ahí no hay nada!…
Es cierto que no hay rascacielos, ni tiendas de conveniencia en cada esquina. Pero aunque es una región que principalmente desarrolla agricultura y pesca, también es un lugar interesante para visitar. Sinceramente, creo que los propios japoneses menosprecian las virtudes de esta región.
¿Sabías que Yamaguchi está hermanada con Navarra? En Pamplona hay un parque diseñado con jardines estilo oriental llamado Parque Yamaguchi.
El gran puente de Tsunoshima
En esta localización se encuentra el segundo mayor puente de Japón que conecta con la isla de Tsunoshima. Pero el puente no es su único encanto, sus playas cristalinas de color turquesa crean un paisaje ideal. Hasta el momento siempre me habían dicho que las playas japonesas están sucias y descuidadas, pero este lugar es una excepción. Me arrepentí muchísimo de no llevar traje de baño para nadar, una playa así de bonita no se ve todos los días. Desde este punto también se pueden observar unos atardeceres muy románticos.
En la isla hay un pequeño pueblo y uno de sus puntos de interés es el faro situado al oeste de la isla. No puedo negar que estos paisajes me recordaron a los escenarios de la película de Ponyo en el acantilado de Hayao Miyazaki. Por 200 yenes se puede subir para contemplar las vistas panorámicas desde lo alto del faro.
El estrecho de Shimonoseki: la frontera entre Yamaguchi y Kyushu
Desde Tsunoshima bordeamos la costa en coche hasta llegar al mercado de Shimonoseki conocido como Karato Ichiba. En él pudimos comprar sushi y otros pescados frescos que comimos tranquilamente en el paseo marítimo. Allí había mas gente haciendo lo mismo que nosotros mientras disfrutábamos del paisaje de la costa de Fukuoka y el puente Kanmon que hace de unión con la región de Kyushu.
El pez globo como símbolo local
Aunque en japonés conocemos el pez globo como fugu, la gente de Yamaguchi lo aprecia tanto que lo llama fuku que significa buena fortuna. Sin duda es la comida más representativa de la perfectura.
Para manipular el pez globo hay que tener extremo cuidado ya que contiene una toxina mortal que debe ser retirada.
Pero no nos alarmemos, la región de Yamaguchi es especialista tanto en la pesca como en el tratamiento del pez globo por lo que es totalmente seguro. Existe una licencia específica para certificar que la persona que prepara el pez globo es un profesional y puede retirar el veneno adecuadamente.
Tengo que confesar que la primera vez que lo probé estaba bastante intranquila pensando que existía la posibilidad de que muriera por el veneno 😅. Pero cuando vi con la naturalidad que lo comen los locales se me pasó el miedo.
Templo Rurikoji
En los jardines del templo budista de Rurikoji se encuentra la emblemática pagoda de 5 pisos de Yamaguchi. Ésta es una de las 3 pagodas mas hermosas de todo Japón además de ser considerada como tesoro nacional. Esta foto la he tomado en verano y solo con mirarla ya puedo escuchar las cigarras. A lo largo de las 4 estaciones los colores de este escenario cambian pasando por el rosa de los cerezos, rojo del momiji y blanco del invierno. Esto lo hace una visita recomendable en cualquier época del año.
Este templo no tiene nada que envidiarle a los famosos templos de ciudades como Nara o Kyoto. Pero tiene una ventaja que los otros no. No ha perdido su esencia a causa de la masificación del turismo, es un lugar completamente genuino que transmite calma y armonía. Dejo algunas fotos que reflejan lo que intento expresar, como se suele decir: una foto vale mas que mil palabras.
El Templo Joeiji
Aprovechando que está cerca del templo Rurikoji visitamos el Templo Joeiji que es conocido por sus jardines diseñados por el artista Sesshu. Es un paisaje muy muy japonés en el que que puedes relajarte mientras te tomas una taza de matcha.
Parque nacional de Akiyoshidai
Llegados a este punto voy a hablar de algunos de los lugares más refrescantes para contrarrestar el calor infernal del verano japonés. El parque nacional de Akiyoshidai posee numerosas cuevas de estalactitas, entre ellas la más notable es la cueva Akiyoshido que es la de mayor longitud de Japón.
La leyenda del maestro maestro zen kappa y el monje Zenji
En los ríos que pasan por estas cuevas habitan numerosas especies de animales como murciélagos o gambas. También cuenta la leyenda que los kappa moran esta zona. Los Kappa son criaturas mitológicas que viven en los ríos y suelen atacar a las personas que se acercan a ellos. Como los japoneses adoran ponerle mascotas a todo, las de esta zona son el murciélago y el Kappa. Vi que algunos restaurantes ofrecen menús caracterizados como Kappa Curry o ramen. Por el camino hacia la cueva encontramos este monumento de una leyenda local.
La leyenda cuenta que el monje se retiró la cueva para rezar con el fin de terminar con la terrible sequía de ese año. Allí estableció relación con un Kappa que se unió a sus plegarias. Con el esfuerzo mutuo provocaron un fuerte temporal que los arrastró por el río. El Kappa intentó salvar la vida del monje pero fracasó debido a la fuerza del temporal y murió junto a él. Los vecinos cuando encontraron sus cadáveres alzaron éste monumento. Por este motivo los Kappas a pesar de ser tradicionalmente un ser temible, son muy apreciados en este lugar.
Cueva Akiyoshido, la mayor cueva de Japón
Aunque no soy una experta en geología me impresionó mucho la visita. Cuesta creer que la naturaleza haya creado un lugar así a lo largo de 300 millones de años. Las formas de las paredes parecen obras de arte, era como caminar por un museo natural. Para mi sorpresa, la temperatura en el interior rondaba los 17 grados. Me arrepentí de no llevar algo de abrigo por que el cambio de temperatura es de unos 15 grados. Aunque en las fotos que tomé no puede apreciarse, la cueva es inmensa y da la sensación que estar en el escenario de una película.
En el blog tengo otro artículo de ruta de senderismo por la parte de encima de las cuevas de Akiyoshidai. Se forma un paisaje de praderas verdes con rocas calizas único y refrescante.
Como fuimos en época vacacional, la cueva principal estaba repleta de turistas así que decidimos dar una vuelta para hacer tiempo. Los paisajes de los alrededores no tienen ningún desperdicio. Prados inmensos de color verde con rocas calizas sobresaliendo que filtran el agua de las cuevas. Es un paisaje ideal para los que no estamos acostumbrados a ver tanto verde, podría decir que con este viaje he conectado con el Japón más natural.
Conclusiones
Ha sido la primera vez que me adentro tanto en lo que los japoneses llaman inaka (zona rural). Este viaje ha sido muy reconfortante y he conseguido desconectar completamente del estrés del día a día de Tokio. Por supuesto, me quedaron muchos lugares que visitar, algunos de ellos bastante famosos. Como siempre, recomiendo visitar lugares no tan populares para mantener un turismo sostenible del que podamos disfrutar todos. En éste post hablo de algunos de los problemas de la masificación del turismo en Japón.
Si aún te has quedado con ganas de saber mas sobre Yamaguchi, tienes otra entrada donde visito monumentos icónicos de la perfectura como Motonosumi Inari Jinja, Hagi y más. ¡A ver quién tiene valor de decirme que en Yamaguchi no hay nada después de leer esto!
Fuentes: