Nagasaki

Explorando el Oeste de Japón: Nagasaki (Parte 1)

Nagasaki es una región con una historia única y multicultural en Japón. Fue la puerta de entrada del cristianismo y el único puerto que permitió el comercio internacional a través de los holandeses durante el cierre fronterizo del período Edo. En su historia más reciente, fue el último lugar donde se detonó una bomba atómica y a día de hoy se considera un símbolo de paz.

Esta es la primera parte del viaje pero también tienes disponible la segunda parte del viaje por Nagasaki.

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Día 1: Descubriendo Nagasaki

Decidimos hacer una ruta de 2 días, con mapa en mano y a la aventura. Una de las ventajas de la visita fue la tranquilidad: pocos turistas y sin colas, solo algunos grupos de estudiantes por la época del año. Con la masificación del turismo en Japón que hay hoy en día es un punto a agradecer.

Para movernos por la ciudad utilizamos unos tranvías de estilo retro. Nagasaki es una ciudad pequeña y tranquila, que se puede recorrer todo el centro a pie fácilmente.

Dejima: Un viaje al pasado

Dejima es una isla artificial que, durante el cierre fronterizo de Japón, fue el único punto de entrada del comercio extranjero. No se les permitía a los mercaderes extranjeros abandonar la isla artificial y solamente se le permitía el desembarco a los holandeses. Uno de los principales motivos del cierre fronterizo fue parar la expansión del cristianismo ya que los misioneros desembarcaban en este puerto.

La historia es extensa y no me da para contarla aquí pero si te interesa, puedes saber más en la web oficial de Dejima. Allí tienen un cronograma con la evolución de Dejima a través de los años.

Actualmente, Dejima está en proceso de restauración y reconstrucción. A nosotros nos encantó la visita. Se pueden ver casas estilo japonés con influencias occidentales por influencia. Dentro de cada una de las casas hay una pequeña exposición, cada una trata un punto diferente: desde la historia y construcción de la isla artificial de Dejima hasta los tipos de mercancias que se importaban y exportaban.

Dejima

Después de Dejima, fuimos a Nagasaki Dejima Wharf donde comimos en un restaurante llamado Nagasaki-to (長崎港) un delicioso donburi de ikura y salmón acompañado de mi amada cerveza Asahi Super Dry. Las vistas del paseo marítimo fueron muy refrescantes y hacía un día despejado, me recordó a mi querida Málaga.

Ikuradon
Donburi de Ikura y Salmon
Dejima Dwarf
Nagasaki Dejima Wharf

Parque de la Paz y Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki

Al llegar al Parque de la Paz, lo primero que nos encontramos es esta fuente en la que los chorros de agua hacen forma de alas. En ella, hay una placa negra con la frase que una niña víctima de la bomba escribió. Se me hizo un nudo en la garganta cuando lo lei.

Fuente de la Paz

La traducción es algo así como «tenía una sed incontrolable. El agua tenía algo aceitoso, aun así la bebimos». Podemos imaginar que se refiere al agua contaminada que es la única fuente de hidratación en un momento de deshidratación extrema, horrible solo de pensarlo.

Caminamos hasta el parque principal donde hay varios monumentos donados por distintos países hasta llegar al final del parque se encuentra la gran Estatua de la Paz.

Estatua de la Paz

Desde el parque de la paz nos dirigimos a la zona del epicentro del bombardeo. En el punto donde cayó la bomba atómica se alza un gran obelisco negro. Es un lugar muy simple que crea una atmósfera incita a la reflexión. Nos sentamos en uno de los bancos cercanos y simplemente observamos. Pensar que en este lugar hubo una devastación tan terrible que durante 70 años no se pudo acceder a la zona debido a la radiacción… wow. Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza en ese momento.

Epicentro de la Bomba Atómica

Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki

Si ya veniamos impactados de estar pisando un lugar tan crítico, la visita al museo me superó. Ver los horrores y la destrucción de la bomba nos recordó la importancia de aprender del pasado.

Personalmente lo que mas huella ha dejado en mi ha sido leer los testimonios de los supervivientes. También lo relativo a los problemas de salud que sufren a dia de hoy los descendientes de las víctimas. Quizás soy sensible, pero no me lo pude quitar de la cabeza el resto del día.

Catedral Urakami

A unos minutos a pie de la zona del epicentro de encuentra la reconstruida catedral Urakami. Como Nagasaki tuvo mucha influencia cristiana a lo largo de nuestro viaje vimos algunas iglesias y catedrales, algo bastante peculiar en Japón. En ella quedan los restos de las estatuas de santos sin cabeza dañadas por el impacto de la bomba atómica. No entramos porque había que pagar y, como cristiana, se me hace incompatible pagar por entrar a la casa de Dios.

Catedral Urakami

Santuario Sanno

Camino al santuario, vimos parte del torii destruido por la explosión de la bomba. Lo dejaron así para recordar la capacidad de destrucción de la bomba. Una vez más, un monumento que incita a la reflexión. Más adelante, encontramos los trozos del otro pilar a un lado de la acera y, siguiendo el camino, llegamos al santuario.

Santuario Sanno
Camino hacia el santuario Sanno

Vista nocturna de Nagasaki desde el Monte Inasa

La última visita del día fue al mirador del Monte Inasa para ver el anochecer. Estas vistas ganaron el premio a una se las mejores 3 vistas nocturnas del mundo en 2021.

Tomamos un tren hasta la estación mas cercana y ojo al detalle lindo de estos tranvías. En la parte de atrás del coche están visibles los controles del maquinista para el sentido contrario. La verdad que es puro fanservice para los amantes de los trenes.

Controles del tranvia

Para subir a la cima del Monte Inasa hay dos opciones, subir a pie por el sendero de la montaña o ir en teleférico. Nosotros, cansados de caminar durante todo el día decidimos subir en teleférico.

En la cima del mirador hay un restaurante para cenar con unas vistas muy románticas, había muchas parejas yendo hacia allí. Coloco algunas fotos pero me vais a perdonar porque la cámara de mi teléfono no saca buenas fotos con poca luz y no le hacen justicia a las maravillosas vistas que tuvimos ese día.

Monte Inasa

Caída la noche tuvimos que bajar a toda prisa ya que la mayoría de restaurantes del barrio chino cierran a las 21:00 y queríamos cerrar el día con una comida típica de Nagasaki, el chanpon. Es un plato de fideos de origen chino con carne de cerdo, pescado y mariscos, ideal para recargar energías (caminamos 27mil pasos en un día). ¡Qué bueno estuvo!

Chanpon

Y con esto finalizamos el primer día del viaje. Continúa descubriendo los rincones de Nagasaki conmigo en la entrada de la segunda parte del viaje.

Esther

Autora y desarrolladora del blog entreonigiris.com. Un día decidió dejarlo todo y emprender una aventura en el país del sol naciente, lo que la llevó a vivir un tiempo en Brasil. Actualmente, forma parte de la comunidad nipo-brasileña, tocando el taiko y el shinobue (flauta de bambú) en varios grupos de taiko y minyo (música folklórica japonesa).

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