Concluyendo la aventura: Experiencia tras un año de Working Holiday

Hace un año que decidí dejar el trabajo, casa, amigos y la vida que tenía en general para vivir la experiencia Working Holiday en Japón. Han pasado muchas cosas desde entonces, podría decir que la persona que se fue no es la misma que ha vuelto. Vivir en el extranjero en un país tan diferente como Japón ha supuesto un gran reto y ha sido una aventura muy enriquecedora a nivel personal. A continuación haré una reflexión a modo de resumen sobre lo que me ha aportado esta experiencia.

Salir de la zona de confort

Es el primer paso que hay que dar en el momento que se decide irse a más de 10.000 kilómetros de casa sin saber lo que va a pasar durante el próximo año.  Al principio genera mucha inquietud e incertidumbre, pero cuando uno sale de su rutina y lo conocido descubre que hay muchas oportunidades y posibilidades. Para los que trabajamos en el ámbito creativo es una experiencia muy estimulante. Salir de la zona de confort en mi caso se ha traducido en nuevas  amistades, experiencias y sobre todo oportunidades que han cambiado completamente la trayectoria de mi vida.

Los primeros meses de la experiencia Working Holiday

Los primeros meses tras llegar a Tokio fueron los más inestables, según llegué tuve que hacer un montón de cosas para instalarme, buscar trabajo y en resumen, empezar a hacer una nueva vida. Yo vivía en una shared house y fue un gran acierto ya que pude hacer amigos desde el primer día. Conseguir el trabajo que quería me llevó unos meses y tenía que gestionar la emoción de estar cumpliendo mi sueño de estar viviendo en Japón con la ansiedad de que no consigo mantenerme. Había días muy animados y otros que solo veía que mi dinero se desvanecía. La vida en Tokio es bastante más cara de lo que había pensado.

Autosuperación

Estar en Japón en ocasiones no es nada fácil siendo extranjero. Pero precisamente, cuando te enfrentas a situaciones difíciles te sorprendes a ti mismo logrando hacer cosas de las que no te creías capaz. Como suelo decir, hay que echarle un poco de morro a la vida y lanzarse.

Por poner un ejemplo, yo llegué con mi japonés chapucero y me presenté a entrevistas de trabajo que pedían un nivel avanzado. ¿Adivinas qué fue lo que pasó? Pues conseguí trabajar en lo que quería, desarrollo web en una empresa puramente japonesa, cosa que veía absolutamente imposible. Por supuesto lo que vino a continuación no fue fácil, pasé malos ratos. A veces no los entendía y en otras ocasiones no conseguía expresarme bien y era muy frustrante.

Poco antes de volverme le pregunté a mi jefe, ¿por qué me contrataste si no me enteraba de nada? ーMe dijo que solo le pareció interesante ver de lo que era capaz y piensa que fue un gran acierto. Mi nivel técnico era alto y en cuanto al japonés, mejoré rápidamente por lo que todos salimos ganando.

Conocer una cultura completamente diferente

Sin duda éste es uno de los puntos mas interesantes de la experiencia Working Holiday Japón. Es como volver a nacer, al principio te sientes torpe, metes la pata y te tienen que explicar cosas que son super obvias para los que viven en Japón. Tienes que aprender nuevas normas de conducta, otras formas de interactuar y en definitiva, ¡normas!¡muchas normas para todo! Es muy importante desarrollar tu capacidad de aceptación y adaptación. He visto personas que se han adaptado muy bien y casos en los que al poco han abandonado el país por que no lo soportan. Las sociedades occidentales y orientales tienen valores diferentes, es algo que hay que aceptar (aunque no lo aprobemos).

Tras un tiempo viviendo en Japón, te das cuenta de que lo que en tu país funciona aquí no. Yo creo que es parte de su encanto y lo diferencia del resto de países. Me he cruzado con muchos extranjeros que critican todo lo que no les gusta de Japón e intentan imponer su moral. Esto crea situaciones muy incómodas, especialmente si se debate con japoneses ya que evitan el conflicto de opiniones.

Obtener un nuevo punto de vista

Ponerme en la piel de un inmigrante extranjero en un país asiático es toda una experiencia. Entender cómo se sienten las personas que abandonan su hogar para vivir fuera es algo que no se entiende hasta que lo vives. Los primeros meses notas que todas las miradas se fijan en ti por la calle, transmite sensación de hostilidad. Algunos dependientes incluso de ponen nerviosos cuando les toca atender al gaijin (palabra para referirse extranjeros). Por suerte te acabas acostumbrando a este tipo de cosas y no te afectan. Pasar a ser una minoría en la sociedad te hace reflexionar y verlo todo de otra forma. Por supuesto hablo desde mi punto de vista, en el caso de los inmigrantes asiáticos es otro tema aparte.

¿Y ahora qué?

Bueno aquí concluye la experiencia Working Holiday de entreonigiris. Pienso que Japón no es un destino para todo el mundo al que hay que ir con la mente bastante abierta y sin expectativas.

En cuanto a mi futuro cercano, continuaré con mi vida en Tokio y seguiré escribiendo como siempre sin mucho cambio. Si tienes alguna inquietud o tema sobre el que te gustaría que escribiera siempre puedes dejar un comentario abajo y lo tendré en cuenta para futuras publicaciones.